¿Formación online o formación presencial?
La formación online se basa en la concepción y la perspectiva del aprendizaje autónomo. El aprendizaje autónomo supone que en tu formación estás al mando. Autonomía implica que tú eres quien toma las decisiones, diriges tu propio proceso y vas adoptando cada paso conforme a tus intereses y necesidades.
Tú determinas el ritmo, lo cual favorece que asimiles mejor los contenidos, que prestes atención a aquello que te interese, y pases por alto lo que ya sabes. No todos necesitamos el mismo tiempo para cada concepto ni tenemos el mismo punto de partida.
Tú determinas el lugar, en la oficina en alguna hora reservada o un hueco, tomando un café con la tablet o el móvil o en casa sentado/a cómodamente en el sofá. Determinar el espacio permite que estés relajado y que tengas una mejor disposición para al aprendizaje.
Tú determinar el tiempo, no todos tenemos los mismos ritmos, algunos estamos más despiertos y receptivos por la mañana, otros a media tarde o a primera hora de la noche. No todos los días nos levantamos igual, ni tenemos la misma intensidad de esfuerzo. La formación a distancia permite que elijas el tiempo más receptivo que tengas.
Lo más importante, tú determinas la meta, del conjunto de conceptos, contenidos, herramientas y recursos que te proporcionamos no todos tienen por qué tener la misma importancia para ti. Puedes hacer hincapié en aquello que puedas aplicar a tu trabajo, que sea un problema real para ti, que te permita incluir alguna innovación o que pienses que puede ser un conocimiento diferenciado que te permita acceder a un mejor puesto de trabajo.
¿Cuál es la clave? Ser autónomo supone, en el envés de la moneda, que aunque los/as tutores/as te realizaremos un seguimiento y un apoyo, no tienes una “autoridad” externa que te diga lo que tienes que hacer. Tú estás al mando implica que eres plenamente responsable del resultado.
Aprender es un proceso natural y como tal necesita de un trabajo y esfuerzo continuado. ¿Se imagina que tiene un huerto y quiere cultivar tomates y no hace nada hasta los últimos dos días? Y se afana en plantar, atiborrar de abono, regar, regar y regar aprisa y corriendo… ¿cree que obtendrá algún fruto? La clave está en la constancia, en establecerse metas y ser persistente en el esfuerzo.
¿Cuál es preferible, la formación presencial o la online?
Como es una pregunta reiterada por todas las personas que se acercan a la formación online, vamos a aportar nuestro punto de vista.
Recomendamos la formación presencial cuando sea importante para el aprendizaje la participación en equipo, es decir, que el hecho de “hacerlo juntos” y compartirlo suponga que todos “lo aprendemos a la vez” y que, más importante aún, unos nos enseñamos a otros (con lo que supone de cohesión, comunicación y confianza entre los/as participantes.
También cuando un componente necesario del aprendizaje sea experiencial, se necesita una práctica presente, una cercanía al tratar conceptos y recursos relacionado con una vivencia emocional o una acción que necesita comunicación interpersonal.
Si en cambio el objetivo es adquirir conocimiento teórico prácticos de manera ordenada recomendamos la formación online. Que alguien te explique con sus palabras y a su ritmo los contenidos en un momento y espacio determinado muchas veces no se adapta a tus necesidades, ni a tu estilo o ritmos de aprendizaje, ni al tiempo real que tienes.
Estas son las opciones, tú eliges.