Ya soy una entidad 2.0 ¿Y ahora qué?
En los últimos años muchas organizaciones no lucrativas han iniciado el camino de participar en la red en diferentes recursos, desde disponer de una página web o un blog, hasta estar activos en facebook, twitter, youtube, linkedin, slideshare, etc. etc. El impulso de partida ha sido claro, había que estar, había que ser visible, las nuevas tecnologías nos podían acercar a la población interesada, podían ser un vehículo de sensibilización. Con la experiencia vivida es el momento de preguntarse, ¿y ahora qué? ¿Esto sirve para algo?
Ahora, cuando ha pasado el tiempo y los recursos escasean, es hora de evaluar y preguntarnos cosas como:
¿Tenemos 3.000 amigos o fans en la página de facebook pero no conozco a ninguno porque nunca dicen nada?
¿La página web hace más de un año que no se actualiza? ¿No sé cuantas personas visitan nuestra página o cuantos links externos tenemos?
¿Tenemos un blog pero incluyes una entrada al mes y nadie hace ningún comentario?
¿Tenemos que “animar” a trabajadores/as y voluntarios/as, o amigos/as para que digan que digan que le gusta tu entrada del facebook?
¿No lees prácticamente nunca a quien sigues en el twitter y no consigues que nadie haga un retweet de tus escasas entradas?
No es un caso excepcional, son muchas las organizaciones que están en esta situación. Os proponemos 5 ideas que quizá puedan ayudaros a replantear y potenciar la presencia en la red de tu entidad:
1. ¿Sabemos cuántos recursos invierte la organización en las tecnologías 2.0? Y cuando hablamos de recursos nos referimos tanto al coste económico de mantenimiento como al tiempo que invierten personas en generar contenido. Una organización social tiene muchos objetivos y necesidades a las que atender, ¿qué estamos dejando de hacer por estar en la red con la actividad que tenemos actualmente?
2. ¿Qué mensajes emitimos? ¿Con qué periodicidad? ¿Para quién? Lo cierto es que ya tenemos una trayectoria en la red, hemos generado una imagen de nuestra entidad con diferentes contenidos de comunicación, sea o no planificada. Aprovechemos esta experiencia, ¿qué hemos hecho y por qué? ¿Con esto cumplimos nuestras expectativas? ¿Qué tiene que ver todo esto con nuestros fines sociales o nuestros valores?
3. ¿Quién participa? Las tecnologías 2.0 son lo contrario a un escaparate o un periódico, donde alguien emiten y otros leen o escuchan. La tecnologías 2.0 supone que todos/as somos creadores y receptores de contenidos. ¿Quién queremos que participe? ¿Conocemos quienes son líderes de comunicación en nuestro ámbito? ¿Contamos con ellos y ellas, los tenemos incluidos en nuestros amigos, contactos y seguidores?
4. ¿Qué resultados obtenemos? De lo anterior podemos deducir que grado de impacto o relevancia tiene nuestra presencia 2.0. Y podemos valorar cuál es la rentabilidad económica y social de la inversión que realizamos. Este equilibrio entre esfuerzo y resultado nos aportará una visión clara de cual
5. Ahora pongámonos delante de un papel en blanco y definamos. ¿Cuáles van a ser nuestros objetivos a futuro? ¿Qué quiere conseguir mi organización con la presencia en la red? ¿Qué indicadores nos a permitir valorar su cumplimiento? ¿Con qué herramientas vamos a realizar el seguimiento y evaluación?
No olvidemos que las NNTT son un medio, no un fin en sí mismo. Es un escaparate en primer lugar para la ONG, que puede de forma directa comunicarse con la sociedad para transmitir quien es y que hace; y también es un espacio para dar a conocer y sensibilizar sobre los fines de la organización. La pregunta más relevante de todas
¿Le gusta lo que usted tiene puesto en el escaparate? ¿Usted lo compraría?