Superando la atomización de las ONGs: 10 argumentos para sumar
Buena parte del conjunto de ONGs en España son pequeños proyectos de ámbito local, formados por unas pocas personas que son «polivalentes» (vamos, que hacen de todo, ¡qué remedio!), que arrastran un enorme esfuerzo para conseguir en muchas ocasiones escasos resultados.
Asfixiadas por el trabajo diario, están engullidas por lo urgente, sorteando obstáculos sin tener ni tiempo ni ganas de mirar hacia donde vamos, ¡hay que seguir que nos va la vida en ello! Y por el camino se van quemando personas comprometidas y muy valiosas.
Algunas forman parte de estructuras superiores como Federaciones, Plataformas y Redes… pero en muchas ocasiones la participación es escasa (no tenemos tiempo!!!), y se convierten en estructuras en la «hay que estar» pero que no se aprovechan realmente (tanto por la ONG como por la propia estructura que también tiene una escasez de medios porque pocos apuestan por trabajar realmente en red, se quieren «redes de cajero automático»).
Sabemos que todo cambio genera miedos, resistencias, hay que desacomodarse, dejar de ser el rey en la montaña, y que tendremos nuevos problemas… pero si realmente estamos comprometidos con los fines sociales os propongo una lectura de 10 argumentos para plantearse la fusión o la creación de estructuras colectivas nuevas:
1. Ser más grandes nos permite ofrecer y hacer más y mejores servicios, disponemos de más espacios físicos, personal, voluntarios/as, medios materiales… podemos hacer más, podemos resolver mejor las necesidades y problemas que nos ocupan.
2. Ser más grandes nos permite especializarnos, que las diferentes personas se dediquen a lo que mejor saben hacer, aumentando el valor que aportan al proyecto y mejorando en mucho los resultados colectivos.
3. Ser más grande nos permite conocer mejor a nuestro colectivo, tenemos la posibilidad de llegar a más personas, durante más tiempo, dedicar tiempo a reflexiones, espacios de participación, estudios y análisis de necesidades, acudir a jornadas e iniciativas de otros.
4. Ser más grandes nos permite tener una imagen más reconocida, y ello nos lleva a mejorar los espacios de comunicación públicos, a llegar más lejos en nuestra reivindicación, en ser más visibles y estar más presentes en la vida cotidiana de la ciudadanía.
5. Ser más grandes nos permite innovar, tener espacio para la creatividad, para conocer iniciativas pioneras de otros y traerlas hasta nuestro territorio, invertir en esto que se llama i+d+i, porque las soluciones del pasado no tienen por qué ser las del presente y no serán las del futuro.
6. Ser más grandes nos permite competir por recursos y servicios públicos, cuando la empresa privada entra en la gestión de un servicio público a través de un concurso, pocas ONGs pueden competir, a pesar de tener una mejor trayectoria y conocimiento del colectivo e incluso que hayan gestionado en el pasado el mismo servicio a través de subvenciones.
7. Ser más grandes nos permite formarnos, desarrollar planes de formación del personal técnico y del directivo (y diría que hace más falta lo segundo que lo primero), sin una apuesta por el aprendizaje no podremos consolidar el conocimiento que construimos y la innovación que generamos.
8. Ser más grandes nos permite disponer de una mayor solidez económica y financiera, disponer de un presupuesto mayor puede generar un ahorro de costes vía economías de escala, disponer de un fondo social mayor o tener unas mejores oportunidades de negociar créditos en entidades financieras.
9. Ser más grandes nos permite profundizar y construir conocimiento colectivo, así cada aportación de una persona al grupo enriquece el resultado de nuestro trabajo, podemos invertir en mejores medios para compartir este conocimientos, como redes, bases de datos u otros modelos más complejos de transferencia y aprovechamiento del conocimiento. Y aquí podemos incluir elemento competitivos como la construcción de estándares y sellos de calidad.
10. Ser más grandes conseguirá un mayor impacto social, en definitiva de esto se trata, podremos poner mejor en valor nuestro medio ambiente y protegerlo de forma más eficaz, podremos tener un mayor espacio cultural y generar muchas más iniciativas, podremos atender mejor y con mejores recursos a nuestro colectivo de inmigrantes, personas con problemas de drogodependencias o exreclusos…, podremos tener una red de empresas colaboradoras que permitan acceder al empleo a más personas, podremos generar más oportunidades o una mejor ayuda a la calidad de vida de un colectivo discapacitado, o ser más eficaces en difundir, involucrar e investigar determinada enfermedad. Si tenemos este faro y descartamos los egos no nos será difícil caminar este sendero.
Y seguro que hay otros argumentos que podemos añadir, y también que encontraremos muchos inconvenientes en el camino… pero de lo que no cabe duda es que el resultado final no será la suma, sino un resultado mucho más enriquecedor.