Repensando el liderazgo ético
Existen multitud de definiciones de liderazgo en función de sí se trata de características de la personalidad o un proceso… que ponen en enfoque con mayor o menor énfasis en la interacción entre líder, seguidores y contexto. Como definición más o menos inclusiva podemos decir que es el proceso de influir en otras personas de tal forma que contribuyan voluntariamente a la consecución de unos objetivos.
Así pues entendemos el liderazgo como una intervención activa de todas las partes, no se trata del «pastor y las ovejas», más bien de un conjunto de situaciones orientadas a la acción donde en función de los objetivos y el contexto un grupo de personas interioriza como válidos, apropiados y correctos. El líder es un catalizador, un facilitador, un mediador entre la meta y el esfuerzo, entre el grupo y sus logros.
En esta aceptación del grupo de la persona como líder existe una dimensión del liderazgo imprescindible que tiene que ver con la ética, y que podemos definir como una «demostración de conducta» a través de acciones personales y relaciones interpersonales así como la «promoción de la conducta» a través de la comunicación bilateral, el refuerzo y la toma de decisiones.
En el fondo el primer liderazgo que se ejerce es con uno mismo, y esta será la medida del liderazgo que se puede ejercer hacia los demás: honradez, confianza, coherencia, dimensión moral hace personas que, para los demás, se convierten en referentes y modelos. Y desde ahí, surge de forma natural un liderazgo aceptado por el grupo, que después necesitará ser orientado a la acción.
¿Cómo podemos comenzar a valorar nuestro grado de liderazgo ético? Os proponemos un análisis personal de tres dimensiones…
Coherencia con lo que decimos… que tengamos un mismo mensaje para todas las personas, que sopesemos nuestra manifestaciones públicas o privadas, que respetemos a los demás sin difundir rumores, etiquetas o estereotipos, que seamos sensibles ante dificultades de los demás…
Coherencia con lo que hacemos… que cumplamos con lo previamente acordado y con los compromisos adquiridos, que tengamos una acción integradora, que busquemos una ganancia del grupo más que una ventaja individual…
Coherencia en como valoramos… que demos el mérito a quien lo tiene y que reconozcamos el esfuerzo y la implicación de todas las personas, independientemente del resultado…